CAMPEÓN 5 ESTRELLAS

Decime que se siente
CAMPEÓN METROPOLITANO 1984
El domingo 23 de Diciembre, Argentinos Juniors se coronó Campeón Metropolitano al vencer a Temperley por 1 a 0 en el estadio de Ferro Carril Oeste; el árbitro fue Carlos Espósito y el tanto lo convirtió Jorge Mario Olguín de penal a los 35 minutos del primer tiempo. A cuatro minutos del final se suspendió el cotejo por invasión de público del Bicho, que festejó largamente el título logrado por primera vez en su historia en la Primera División del fútbol argentino. Con 21 tantos, el goleador del equipo fue Pedro Pablo Pasculli quien además se consagró máximo anotador del año con 30 tantos, recibiendo como premio el botín de Oro. Por otra parte integraron el equipo campeón: Lemme, Olarán, Pellegrini, Borghi y Corsi. Argentinos jugó 36 partidos de los cuales ganó 20, empató 11 y perdió 5. Convirtió 69 goles y recibió 36.
CAMPEÓN NACIONAL 1985
Tras ganar el Metro 84, Roberto Saporiti se alejó de la dirección técnica siendo su reemplazante José Yudica, quien llevaría al Bicho a escribir las páginas más importantes en su historia. Aparentemente, la zona no resultaba difícil para el conjunto de La Paternal. Una muestra contra Central Norte de Salta significaba por su resultado (8 a 0) una muy buena actuación en el torneo. Fue una tarde inolvidable para P.P. Pasculli en la que marcó 5 tantos. Argentinos terminó primero e invicto en esa zona que completaban Chacarita y Belgrano. Fue directamente a las eliminatorias y en ellas quedaron en el camino San Lorenzo de Almagro y San Martín de Tucumán. Luego Venció a Ferro 3 a 0 y llegaba así a la final de la ronda de ganadores del Nacional 85 para enfrentar a Vélez. El partido de ida se jugó en la cancha de Boca, donde Argentinos actuó de local, venciendo por 2 a 0, con un tanto olímpico del "Panza" Videla; la revancha fue en el Amalfitani y ahí se invirtió el resultado. A raíz de ello se definió por penales donde Vidallé se destacó dándole el pase a las finales, esperando al ganador de la rueda de perdedores; casualmente fue el mismo Vélez Sarsfield. El primer cotejo jugado en River, terminó igualado 1 a 1: sacó ventaja Borghi, pero se terminó perdiendo por penales. La revancha fue nuevamente en el Monumental; de ganar Argentinos, era campeón y el gol de Castro presagiaba esa ilusión, aunque luego Comas empató para Vélez. El encuentro ganó en emoción cuando Argentinos tuvo la oportunidad de convertir un tiro penal que Navarro Montoya le detuvo a Olguín; de nuevo a empezar, ya que creíamos que no se iba a recuperar de semejante golpe cuando el Checho Batista, cerca del área grande remató abajo a un rincón venciendo la resistencia del equipo de Liniers. De esta manera, Argentinos Juniors se coronaba campeón del torneo Nacional 1985. Casi con el mismo equipo del '84, con otro técnico y con su fútbol, argumento de siempre.

CAMPEÓN LIBERTADORES 1985
Por primera vez en su historia Argentinos Juniors llegaba a la Copa Libertadores de América. No fue sencillo ya que el grupo lo integraban Ferro, Fluminense y Vasco Da Gama. Debutamos mal ya que perdimos 1 a 0 en cancha de Vélez. Viajamos a Brasil y frente al Vasco pese a ir perdiendo, Ereros y Castro lo dieron vuelta, con un Borghi espectacular. Era la primera victoria en la Copa frente a los brasilenos en su cancha; al finalizar el partido Argentinos Juniors fue aplaudido por todo el estadio. Ya en Brasil llegó al Maracaná donde enfrentó al Fluminense y pese a no jugar bien, se ganó 1 a 0 con gol de Lemme. Una gran ilusión ya que Argentinos llegaba con los 4 puntos a Buenos Aires. En la revancha superamos a Ferro por 3 a 1 con goles de Pavoni, Fantaguzzi (en contra) y Borghi. También en la Capital recibimos a los 2 conjuntos de Brasil y recién sobre el final del partido frente al Vasco Da Gama empatamos 2 a 2 sobre la hora con un gol de Domenech. Contra Fluminense se consiguió la victoria con un gol de Videla. A raíz de los resultados conseguidos por Ferro en Brasil, hubo que jugar un desempate frente al equipo de Caballito, en el que Argentinos se impuso por 3 a 1, con goles de Ereros (2) y Borghi. En semifinales, el grupo lo integraban Blooming de Bolivia, Argentinos Juniors e Independiente (último campeón). Justamente el primer partido fue contra los rojos de Avellaneda igualando 2 a 2 (Borghi y comiso). Hubo que viajar a Bolivia y otro empate 1 a 1 (Borghi), nos complicaba la clasificación. Ya en Buenos Aires, y frente al Blooming, con el 1 a 0 (Videla) conseguimos la primer victoria de esta fase. Hasta ahí, Independiente marchaba con ventaja. En Avellaneda, Argentinos quería llegar a la final y debía ganar ya que el empate forzaba un repechaje en el que Independiente tenía ventaja por poseer una mayor diferencia de gol. Iniciado el partido, cuando promediaba el primer tiempo, siendo superior en el juego, nos pusimos en ventaja a través de Castro. A minutos, Videla de penal ponía el 2 a 0. El partido ganó en emoción y en fútbol cuando Percudani descontó al finalizar el primer tiempo. Emotivo como pocos fue ese segundo tiempo, Independiente buscaba el empate y Argentinos defendía la victoria con su juego atildado. Faltando poco para finalizar, penal para Independiente!... se paró frente a la pelota Marangoni y su tiro abajo a la derecha del arquero Vidallé fue detenido oportunamente por "Quique", quien nos llevó a la final de la Copa. Un detalle que es un orgullo para todos nosotros, el equipo se fue aplaudido por todo el estadio, incluyendo a los hinchas de independiente gustosos del fútbol de Yudica. Llegó la esperada final frente al América de Cali de Colombia. En el partido de ida, que se jugó en la cancha de River, Argentinos venció por 1 a 0 con gol de Commisso. La revancha, en su país fue para los colombianos, quienes se impusieron por el mismo marcador. Esto nos obligó a jugar un tercer partido en Paraguay, donde a raíz del empate por 1 a 1 llegamos a la ejecución de los tiros penales. Cuando le llegó el turno a De Avila (Ame) para ejecutar, otra vez Vidallé se quedó con la pelota. Ahora, dependía del Panza Videla y con su típica tranquilidad derrotó a Falcioni. El gol se gritó desde Paraguay hasta La Paternal:
ARGENTINOS JRS CAMPEÓN DE AMÉRICA!!
CAMPEÓN INTERAMERICANA 1986
Argentinos Juniors inició una arremetida arrolladora en 1984. Sucesivamente, se consagró en Primera División ese año y en el Campeonato Nacional y la Copa Libertadores de 1985. La brillante labor en la final Intercontinental contra Juventus no se vio coronada con el título, pero así y todo tuvo ribetes de gesta. Ese partido fue el testimonio indiscutible de que el Bicho no se achicaba en ninguna parada y que le jugaba de la misma forma tanto al más humilde equipo argentino como a uno de los gigantes de Europa. No debe quedar de lado que, a pesar de que habitualmente se haga referencia al ganador de la Copa Libertadores como “campeón de América”, el certamen se limita a los equipos de América del Sur (y, eventualmente, de México). Como Argentinos ya había demostrado que por entonces era el mejor cuadro de la región (¿la más competitiva de todo el mundo?), quedaba pendiente revalidar esas credenciales a nivel panamericano. Esa era la función de la Copa Interamericana: dirimir con precisión cuál era verdaderamente el mejor equipo de América del momento. Más allá de sus irregularidades y de los problemas logísticos que por aquellos años implicaba la disputa del certamen (cuya organización quedaba en buena medida en manos de los equipos implicados), tenía un valor simbólico nada desdeñable. Si bien la Copa Interamericana había estado discontinuada por algunas temporadas, el club tenía derecho a disputarla y así lo hizo. El rival saldría de la final de la Copa de Campeones de la CONCACAF de 1985. En ella, disputada recién en enero de 1986, el Defence Force FC de Trinidad y Tobago derrotó con un marcador global de 2-1 a Olimpia de Honduras. El calendario de Argentinos fue más ajustado en 1986 que en el ya intenso año anterior pues al certamen de Primera División se le sumaba la defensa del título continental. Los numerosos compromisos deportivos (a los que, lógicamente, se añadía la Copa del Mundo de México) redundaron en la postergación del partido hasta diciembre de 1986, exactamente un año y dos días después de la disputa de la Intercontinental en Japón. Pese a no ser tan conocido por estos lares, el rival de la ocasión era de sumo cuidado: se trataba de uno de los clubes más ganadores del país insular, estaba compuesto por integrantes de las Fuerzas Armadas trinitenses y hacía gala de una fuerte localía, en la que no había recibido goles en contra a lo largo de la Copa de Campeones de la CONCACAF. Además, por regla general, el torneo no era tan sencillo ni estaba monopolizado por los campeones de la Libertadores, pues los largos viajes y el relativo desconocimiento de los rivales hacían que enfrentarlos en condición de visitante fuera un verdadero desafío. Testimonio de ello fueron las dos victorias que América de México le propinó a Boca Juniors en el Estadio Azteca en la edición de 1978, que redundaron en la conquista del título por parte de las “Águilas”. La final se disputó a partido único en el Estadio Nacional de Puerto España, casa del Defence Force. Allí, Argentinos se impuso por 1-0 en una tórrida noche caribeña. El triunfo vino de la mano de un tanto logrado a los 27’ de juego por el recordado Armando Dely Valdés, quien dejó un grato recuerdo en el club no sólo por su rol decisivo en esta ocasión sino también por los goles importantes -como éste- que solía convertir. Con el título, además, Roberto Saporiti igualó la línea de José Yudica como entrenador más ganador de la historia del club, consagrándose desde el banco dos veces cada uno. Otro aliciente a la conquista fue que el equipo que salió a la cancha incluía a 10 de los 11 titulares que Argentinos había alineado doce meses antes en Tokio (todos, a excepción de Claudio Borghi), algo que demostraba el hambre de gloria y el compromiso con la institución de ese plantel, y la seriedad de un proyecto deportivo de largo plazo que el club mantenía.
CAMPEÓN CLAUSURA 2010
Se lo merecían todos: este plantel que siempre dio un plus en el momento indicado, el cuerpo técnico comandado por un ídolo de la casa como Claudio Borghi y la dirigencia que demostró que con seriedad los logros deportivos llegan por decantación. Ni hablar de esas más de once mil almas que coparon el Tomás Ducó, sufrieron, tomaron confianza con el tanto de Mercier y deliraron cuando Coria puso el 2 a 0. Disfónicos, llorando de emoción, la tribuna visitante fue una fiesta, esa que se hizo esperar nada menos que 25 años. No importaron las noticias que arribaban desde Santa Fe, ya que el Bicho estaba confiado dentro de la cancha, con esa seguridad que tienen los grandes equipos, esos capaces de dar el salto de calidad y consagrarse en cualquier cancha. Argentinos, fiel a su estilo, salió a ganar, sin especular en ningún momento y sabiendo que siempre es mejor morir dentro de sus propias convicciones. Sin embargo, estos gladiadores del buen fútbol no cayeron en el nerviosismo, dejaron la vida en cada pelota, y terminaron dando la vuelta olímpica. El sueño se transformó en realidad y este grupo quedó en la historia de la institución. En la tribuna estaban las familias, generaciones completas de hinchas de Argentinos que se abrazaban compartiendo un momento que parecía nunca iba a repetirse. Lejos quedaron las decepciones, hoy es todo alegría en La Paternal. Por la seguridad de Peric y Ojeda en el arco, la solvencia en el fondo de Caruzzo (un capitán digno de este momento), Sabia, Gentiletti y Canuto; ese doble-cinco de Selección que forman Ortigoza y Mercier, el equilibrio que le da Prósperi y Oberman por las bandas, el toque distinto que Coria, la explosión y goles de Sosa, y el eterno Calderón, que eligió el Bicho para retirarse con un nuevo campeonato. Sin olvidarnos de Pavlovich, Domínguez, Raymonda, Hernández y Romero, quienes también aportaron su granito de arena en momentos claves. La Paternal está de fiesta, La Paternal es carnaval, porque el fútbol tiene un campeón con todas las letras: la Asociación Atlética Argentinos Juniors.

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